Haber pasado varias veces por la autovía de la Ruta de la Plata sin tomar el desvío hacia el Parque Nacional de Monfragüe era algo a lo que tenía que poner remedio, así que a la vuelta de unos días de vacaciones en Galicia hice una parada en Villarreal de San Carlos, donde pasé la noche y aproveché para hacer un breve recorrido por los senderos de la zona. Como no disponía de mucho tiempo, elegí la denominada ruta verde que sólo tiene unos siete kilómetros y medio, pero ofrece un paisaje muy variado. Lo primero que llama la atención nada más llegar a Monfragüe es la gran extensión de terreno que se está repoblando con especies autóctonas, ya que como en muchos otros lugares, allí también se plantó mucho eucalipto a mediados del siglo XX con expectativas comerciales, que acabaron produciendo resultados nefastos para los acuíferos y la fauna local.
El primer tramo del camino recorre la ladera izquierda del arroyo Malvecino, orientada al Norte, tiene suaves pendientes y presenta una variada vegetación mediterránea.
El sendero a veces atraviesa zonas de vegetación cerrada, y otras se abre a espacios abiertos que permiten ver el recorrido del arroyo y la ladera opuesta.
En algunos lugares el agua se abre paso en medio de una abundante vegetación de ribera para unirse un poco más abajo al arroyo Malvecino.
Al llegar al Puente de Abajo del arroyo Malvecino, hay que cruzarlo y subir una cuesta de elevada pendiente para llegar hasta la base del Cerro Gimio.
El recorrido del arroyo está flanqueado por una espesa vegetación entre la que destacan los fresnos y las madroñeras.
Desde la base del cerro se puede ver el mirador que hay en la cumbre, a la izquierda, al que se llega por una senda con pendiente suave.
Las vistas desde arriba son magníficas, con panorámicas del río Tajo, los arroyos Barbaón y Malvecino, y con el aliciente de poder ver como los buitres vuelan a pocos metros de nuestra atalaya.
De regreso a la base del cerro, se puede continuar de vuelta a Villarreal de San Carlos por un sendero que va por la margen derecha del arroyo.
Ya cerca del final del sendero se ve a la derecha el Puente de Piedra, una muestra de la antigua técnica usada en la zona para construir puentes.
Un poco más adelante, tras cruzar una pasarela de madera, se sale a un camino más ancho, que atraviesa una zona poblada de encinas, alcornoques y quejigos, árboles autóctonos de la dehesa extremeña.
Al llegar al Puente de Arriba del arroyo Malvecino, rodeado de alisos y fresnos, lo cruzamos y subimos por una pista que nos lleva de vuelta a la entrada del pueblo.
De vuelta en Villarreal de San Carlos, después de completar el recorrido de la ruta verde, me quedo con las ganas de explorar otras zonas del Parque Nacional de Monfragüe, pero tendrá que ser en otra ocasión.
Finalmente, recogí el equipaje en la casa rural Al-Mofrag, donde estuve cómodamente alojado, y continué mi camino, esta vez en coche, de vuelta a Ceuta.
Ésta es la ruta de Villarreal de San Carlos al Cerro Gimio y de vuelta al pueblo, realizando la mayor parte del recorrido siguiendo el Arroyo Malvecino, por la umbría a la ida y por la solana a la vuelta.